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Foto del escritorInvernaideas

Incierto el futuro de deportistas de élite



La pandemia del COVID-19 ha puesto en jaque al deporte mundial. No sólo al fútbol de Europa, que ha tenido pérdidas de 4 billones de euros en las principales ligas, sino también al sector amateur, cuya máxima expresión son las olimpiadas. Para este año, su sede sería Tokio, pero tuvieron que ser suspendidas.


El 30 de marzo, el Comité Olímpico Internacional (COI) refirió en un comunicado que los Juegos se "celebrarán del 23 de julio al 8 de agosto de 2021". Sin embargo, su realización en 2021 está en veremos por los costos. También, se acordaron nuevas fechas para los Juegos Paralímpicos: se realizará del 24 de agosto al 5 de septiembre de 2021.


México se encuentra entre los 20 primeros lugares de la lista de países que encabezan la tabla olímpica. Pero en producción de atletas está lejos de naciones como Estados Unidos, Rusia, Alemania, Japón y hasta Cuba. Con mucha dificultad nuestro país llega a 35 competidores de élite.


Además de la cancelación de los juegos olímpicos de Tokio, la cuarentena ocasionada por el COVID-19 y la mala administración de la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME) han puesto en riesgo una participación medianamente exitosa de nuestros atletas de élite para el 2021.


La inconsistencia de los apoyos económicos, la incertidumbre del presupuesto para el año que entra, la falta o suspensión de algunos espacios de entrenamiento —tanto aquí como en EE. UU.—, aunada a una falta de motivación real para la competencia olímpica, han hecho que muchos atletas hayan cambiado de giro. Esto nos coloca en una situación muy endeble para la justa de Tokio.


Existen otros deportes en México, como el Fútbol Soccer, donde desde el 15 de marzo se suspendieron todos los juego. Han presentado pérdidas económicas de 600 millones de dólares por cada jornada suspendida, según sus estimaciones. Esto también ha afectado a los árbitros de la Liga MX, así como a los vendedores de afuera y dentro de los estadios.


En el caso de los árbitros de la Liga MX, si manejan un gafete de la FIFA, tienen un sueldo fijo de 33 mil pesos, por 27 mil 400 de aquellos que no lo tienen. Además, el juez central suma 38 mil por cada cotejo pitado en el torneo. Es decir, si un colegiado pita tres juegos al mes, sumando el salario fijo que tienen, su sueldo oscilaría entre 141 mil 400 y 147 mil pesos.


¿Y los sueldos de los jugadores? Giovanni Dos Santos se embolsa 4.1 millones de dólares (mdd) anuales; Oribe Peralta 5 mdd; Guillermo Ochoa, aproximadamente, 1.6 mdd; Jesús Corona y Miguel Layún, 1.5 mdd cada uno. Cuando les dijeron que podría haber reducción de sueldos por la pandemia y, obviamente por no jugar, su protesta fue lógica.


Todos los deportes se han visto afectados. También, espectáculos masivos tradicionales como la lucha libre y el box. Los rings se están oxidando por falta de actividad, lo que ha afectado a los deportistas de élite; tanto del Consejo Mundial de Lucha Libre, como los de la AA y las arenas de provincia.


En cuanto al fútbol americano, la liga profesional —la LFA— caminaba bien y tuvieron que suspenderla para acatar las disposiciones gubernamentales. Esto generó pérdidas económicas sustanciales. La pandemia frenó las competencias de las ligas intermedia, juvenil-femenil y la temporada infantil —en la que se realizaban hasta 300 juegos a la semana—. La pandemia pone en peligro a la Liga Mayor, que debería de empezar en septiembre.


Las pérdidas y la incertidumbre deportiva seguirán. Los deportes podrán reanudarse, sin embargo no se sabe hasta cuándo. Por ahora, por cuestiones político-económicas, algunas actividades se retomarán. Además, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, informó que se prevé que el fin de la primera ola de contagios del COVID-19, en nuestro país, el 25 de junio... o hasta julio... o agosto.


Así que mantengan su sana distancia. No salgan y a esperar.


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