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¿Qué cambios sociales y de consumo nos podrá dejar el coronavirus? I Parte 1

Actualizado: 30 abr 2020



En medio de la crisis sanitaria más relevante de las primeras décadas del siglo XXI, están ocurriendo cambios silenciosos, pero con grandes repercusiones. El coronavirus cambió nuestros hábitos sociales y de consumo. Con la cuarentena y la sana distancia, la forma en que interactuamos con los demás y compramos se han modificado. ¿Serán tendencias pasajeras o permanecerán?


El coronavirus está cambiando a las sociedades

En diferentes partes del mundo, los gobiernos han optado por políticas para quedarse en casa. Las personas nos hemos encerrado en un gran confinamiento, como lo ha llamado el Fondo Monetario Internacional (FMI), para evitar la propagación del COVID-19. Esto ha repercutido en cierre de empresas y negocios considerados actividades no esenciales, como las dedicadas al turismo, restaurantes o plazas comerciales.


Asimismo, las políticas de salud han apostado por reducir las interacciones interpersonales. Se han implementado medidas de distanciamiento social, como evitar los saludos de mano o beso o permanecer a metro y medio de distancia. Al igual, se han priorizado medidas de limpieza e higiene constante.


A lo largo de la historia, los cambios provocados por las crisis no son sólo temporales. Tienen el potencial de transformar las creencias y comportamientos de una sociedad. Esto da paso a nuevas formas de trabajo, interacción social, necesidades y hábitos de consumo. A manera de ejemplos, la Segunda Guerra Mundial potenció el ingreso de las mujeres al mundo laboral; o los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE. UU. favorecieron políticas de seguridad más estrictas.


Las sociedades no volverán a ser las mismas que antes de la pandemia. Es difícil saber con certeza cómo serán. Pero hay cambios en los patrones de interacción y, por ende, en las formas de consumo. Éstos podrían ayudarnos a entender cómo serán las sociedades después de la crisis sanitaria del coronavirus.


¿Qué compramos en la cuarentena mientras estamos en casa?


Una de las medidas más importantes para evitar la propagación del coronavirus ha sido la cuarentena. La casa ha vuelto a ser un hogar: un refugio, la oficina, el gym o el lugar donde hablamos con amigos. Así, durante la cuarentena una tendencia que ha surgido es la compra de productos para el hogar y realizar actividades en casa.


Al inicio de la cuarentena, en diferentes países, las personas realizaron compras de pánico. En México, vivimos la experiencia de las compras masivas de papel higiénico. En otros lugares del mundo, como EE. UU., subió la demanda de alimentos frescos; por ejemplo, frutas, verduras, carne o huevo. Mientras que en China se privilegió la compra de comida instantánea.


Una de las medidas indispensables para matar al COVID-19 es la limpieza constante. Para realizarla, la demanda de productos para limpiar el hogar aumentó. En China, durante las primeras semanas de enero de 2020, la compra de estos productos subió cerca de 150%.


Algunas personas tuvieron el privilegio de mudar su trabajo de la oficina a la casa, con el home office. Así, en las primeras semanas de la cuarentena aumentaron las ventas de productos de electrónica. Los favoritos alrededor del mundo han sido las cámaras web, impresoras, monitores, módems o programas educativos.


Al pasar más tiempo en casa, algunas personas han tenido la oportunidad de convivir más con sus mascotas. Y su bienestar preocupa. En EE. UU. la venta de comida para gatos aumentó 401% y en Italia la compra de artículos para perros subió 995%, en comparación a cifras previas a la cuarentena.


¿Y las empresas? Innovar para sobrevivir en el mercado


Con el gran confinamiento, algunas empresas han cerrado. Para algunas ha significado aplicar medidas críticas como despedidos. De hecho, en todo el mundo, el desempleo ha aumentado. Según la OIT, la cuarentena ha afectado a 2 mil 700 millones de trabajadores, 81% de la fuerza laboral mundial.


Estimaciones de expertos del BCG advierten que algunas empresas tendrán daños catastróficos y podrán tardar hasta 3 años en recuperarse. Un ejemplo claro son las empresas dedicadas al turismo o al ámbito restaurantero. Son especialmente sensibles porque dependen de la interacción interpersonal o transportarse, acciones que no se pueden realizar en el corto plazo. Incluso, se prevé que hayan medidas más estrictas de viajes, después de la cuarentena. Por tanto, su recuperación demorará.


Sin embargo, los cambios también han representado una oportunidad para que las empresas puedan innovarse. Las empresas dedicadas a la venta de comida han transformado los canales de distribución. Han apostado por las apps de delivery, como Uber Eats, Didi Food o Rappi. A la par, estos servicios han apostado por destacar sus medidas para higiene para ofrecer confianza a las personas. Así, la innovación digital ha permitido que mantengan actividades a pesar de la crisis sanitaria.


En este sentido, la tendencia principal que se ha visto es un aumento del comercio electrónico o e-commerce. A lo largo del mundo, aumentó de forma drástica la venta de productos en las tiendas en línea. Un estudio de Criteo reveló que casi la mitad de los consumidores mundiales reconocen que comprarán más en línea por el coronavirus.


La pandemia del coronavirus ha beneficiado a las empresas que ofertan sus servicios de manera digital. Los mayores ejemplos se encuentran en Amazon y Netflix. La primera se dio el lujo de contratar a 100 mil empleados, en EE. UU., por el aumento de pedidos en línea. Mientras, el valor de las acciones de Netflix ha subido 15% en este año. La innovación digital ha permitido que las empresas puedan sobrevivir durante la cuarentena.


¿Cómo serán las empresas después del coronavirus?


Cuando la crisis sanitaria se calme, el ámbito laboral podrá no ser el mismo. La mayoría de las empresas, especialmente las Pymes, no se recuperarán fácilmente. A escala nacional y global, los gobiernos están tomando medidas para facilitar créditos que ayuden a reactivar la economía.


Las grandes empresas están haciendo gestos filantrópicos para luchar contra el virus y ganar reputación. Desde donaciones hasta evitar directamente despidos. ¿Las empresas se alejarán de la maximización de los beneficios demandada por accionistas, inversores y directivos? Para ellos, la combinación de ética y estética -la reputación- puede acabar siendo creativa.


El home office es una de las medidas que algunas empresas o instituciones implementaron para evitar contagios en los centros laborales. Éste ha impulsado la digitalización y la alfabetización digital en muchas personas. Esto puede trascender en cambios permanentes en los hábitos y la organización del trabajo; un buen ejemplo de histéresis.


El coronavirus nos dejará cambios en el uso de la tecnología. Cada vez más la usaremos para realizar tareas laborales y habituales.

Sin embargo, no son las únicas afectaciones que está dejando. También, la pandemia ha cambiado las interacciones sociales que manteníamos y ha dejado afectaciones psicológicas que posiblemente perdurarán. ¿Cómo será la convivencia con los demás después del gran confinamiento? En la siguiente entrada abordaremos el tema.

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